Perdí mi mano derecha

Este mes salieron de la organización dos personas que, durante mucho tiempo, fueron clave para el área que dirijo.

Se fueron por la puerta grande, y lo cierto es que tenemos una tasa de rotación muy baja para el estándar de la industria, por lo que una parte de mí entiende que terminaron su ciclo y me siento orgulloso de ellas por seguir creciendo profesionalmente. Pero, por otro lado, no pude evitar sentir incertidumbre, frustración, e incluso cuestionar mi capacidad de liderazgo.

Todo ocurrió muy rápido y los días feriados no ayudaron mucho, así que no hubo demasiado tiempo para reaccionar.

Sentí que todo sería un caos, pero han pasado varios días desde su partida y las cosas se encuentran en relativo orden.

Entonces, si eran personas tan relevantes y dejaron zapatos difíciles de llenar… ¿qué pasó?

Les comparto algunos hallazgos y aprendizajes que me dejó esta experiencia:

Un gran equipo:

Reasignamos roles y fuimos cubriendo los huecos. Muchas personas en la organización tienen talento y dieron lo mejor de sí para amortiguar la salida.

Procesos documentados y manuales:

Transferir el conocimiento de clientes y procesos fue mucho más sencillo gracias a los manuales que previamente se habían construido.

Una transición corta pero con seguimiento:

Se esmeraron por capacitar de la mejor forma a quienes cubrieron sus roles. Y cuando salieron, mantuvieron la apertura para seguir apoyándonos con dudas y en la transición, lo cual ayudó enormemente a no comenzar desde cero.

Cultura laboral:

Terminó la relación laboral, pero no la personal. Estoy seguro de que seguiremos siendo tan amigos como siempre. El resultado fue una colaboración armónica para lograr el mejor cierre posible para quienes se iban.

Al final, aprendí que la vida continúa, y aunque seguramente habrá una curva de aprendizaje, es tiempo de que otras personas tomen el mando y lleven el rol al siguiente nivel, tomando el legado que reciben y sumándole su propio sello. No estábamos preparados para su salida, pero sí listos para afrontar cualquier adversidad como equipo.

No me queda más que agradecer a quienes partieron por todo el cariño que dieron a la empresa durante su estancia, y desearles el mayor de los éxitos en esta nueva etapa.

Escrito por Chucho Fernández, VP Operations de Birth Group.

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