En las buenas y en las malas, hasta que la muerte nos separe.
- Birth Group
- 4 ago
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Actualizado: 5 ago
Ser líder es un compromiso de tiempo completo hasta el final (preferiblemente un cambio de trabajo y no la muerte).
Pero, hablando en serio, un líder debe estar presente tanto en los buenos como en los malos momentos con su equipo.
Los tiempos buenos sirven para fortalecer relaciones, aprovechar el buen rumbo y tomarse el tiempo para crecer, proponer mejoras y consolidar al equipo.
Los tiempos malos, en cambio, son donde realmente se conoce a un líder.
Todos quieren los beneficios de ser jefe… hasta que llegan los problemas.
Es ahí donde necesitas enfocarte en encontrar soluciones. Estos momentos son “la prueba de fuego”: ayudan a construir tu reputación, dar credibilidad y ganar autoridad frente al equipo.
Por eso no se trata de huir de los problemas, sino de hacerles frente en conjunto y sortear las olas de la mejor forma posible.
No conozco ningún trabajo que no tenga temporadas buenas y malas, pero cuando se trabaja en equipo y se reacciona con inteligencia, cada etapa puede dejar aprendizajes y oportunidades para crecer.

Escrito por Chucho Fernández, VP Operations de Birth Group.
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