Hagamos marcas responsables

En el informe del 2023, la agencia Boston Consulting Group (BCG) definió su ranking de las marcas y empresas más innovadoras del mundo. El tercer lugar lo ocupó Amazon; el segundo, Tesla; y el primer lugar fue para Apple.

En dicho ranking se consideraron factores como el reconocimiento global de la marca, la creación de valor, el grado de disrupción en la industria, la percepción positiva de los consumidores y, por último, la responsabilidad de la marca. Es este último elemento, la “responsabilidad de la marca”, la principal constante dentro de las variables que mejor posicionan a las mejores marcas.  Esto se debe a sus buenas prácticas, a su responsabilidad (interna y externa) y, sobre todo, a la adecuada comunicación del valor social e institucional que las marcas y empresas desarrollan actualmente.

Una marca “responsable” 

Pareciera que el término solo alude a la responsabilidad y a la ética que las marcas deben de desarrollar, o quizá al apoyo de las necesidades sociales emergentes o para beneficiar a los grupos vulnerables. Sin embargo, esto no lo es todo: existen otros factores para clasificar a una marca como responsable.Una coherente filosofía organizacional, el desarrollo de programas de sostenibilidad, la comunicación asertiva, los procesos transparentes, el desarrollo del talento humano, la ética laboral y la mejora continua son elementos que permiten distinguir a las marcas responsables. Estas sobresalen en el mercado no solo por la preferencia de los consumidores, sino por el compromiso integral en sus organizaciones.

El mejor amigo de las marcas responsables: los indicadores Admiramos la calidad de los productos o servicios que las grandes marcas ofrecen a sus clientes externos. De igual forma, apreciamos y destacamos las buenas prácticas organizacionales, que son el reflejo de una nueva generación que busca incesantemente marcas y empresas enfocadas en el tema del “bienestar” laboral.Para poder lograr una marca responsable, no solo se requiere de “buenas intenciones”, sino de sólidos programas con métricas reales (coherentes) que permitan el cumplimiento de los indicadores necesarios para demostrar los alcances de los programas que estas marcas responsables tienen en su haber. 

La innovación, por sí sola, está siendo disruptiva. Su éxito no solo se mide en ingresos, sino en la creación de un futuro sostenible con marcas y empresas cada vez más comprometidas con sus colaboradores y con su entorno. 

Escrito por el Dr. Oscar Meléndez Zárate

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