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¿Qué nos dejaron dos años?

Actualizado: 29 jul 2022

Estamos a pocos días de cumplir 2 años de que la pandemia por COVID-19 iniciara oficialmente en México y con este motivo, dejaré algunos de mis pensamientos, observaciones, apuntes y aprendizajes.


Modalidades. Nos vimos obligados a cambiar a modalidades de trabajo remoto (teletrabajo, home office, trabajo remoto o como queramos llamarle), no obstante ello no conllevó, en todos los casos, el entendimiento de lo que implicaba o incluso de los mínimos indispensables que teníamos que garantizar a nuestros equipos, no solo para que pudieran seguir cumpliendo con sus responsabilidades y entrega de la misma forma y con la misma calidad, sino para que pudieran no deshumanizarse en el proceso.


Mentalidades. En un país en donde la mayor parte de las empresas y empresarios veían lejana la incorporación de este esquema, de pronto no tuvieron otra opción que hacerlo y, aunque parezca mentira, a pesar de las bajas, contagios y demás, hubo empresas que se inmutaron ante la situación y privilegiaron la presencialidad -en casi todos los casos- innecesaria.


Infraestructura. En los mejores casos, los empleadores nos dotaron de los equipos de cómputo, sillas, y todo lo necesario para poder seguir desempeñando nuestros trabajos desde casa, sin embargo, no para todos fue tema fácil, al no siempre contar con espacios designados para ello en los hogares, pero nos adaptamos.


Horarios. Al ser nuevos en este tipo de esquemas, muchos no supimos ponernos límites en un inicio, hay quienes, como su servidor, tuvimos que llegar al punto de poner una alarma en el celular y agendar en el “Calendar”, nuestra hora de comida, la cual empezamos a no respetar y en algunos casos, hasta la hora de salida, ya que de no hacerlo, pueden ser las 22:00 h o 01:00 h y seguimos sacando el trabajo al haber perdido noción del tiempo y que conllevó, en algunos casos, el descuido de nuestras relaciones interpersonales de por sí mermadas por el distanciamiento obligado.


Esparcimiento. Las actividades de esparcimiento más comunes se frenaron por completo, no había cines, boliches, billares, plazas, restaurantes, cafeterías ni lugares de encuentro comunes para reunirse con quienes, esperábamos con miedo, no fueran a estar contagiados o fueran a contagiarnos. Nuestros amigos, familias, parejas, seres queridos, conocidos y demás, pasaron a seguir siéndolo, pero a través de una pantalla que por videollamada o mensajes, nos permitían saber cómo estaban.


Pérdidas. Entre todo, hubo pérdidas humanas, todas ellas valiosas. No es que no haya, es solo que al momento de escribir esto, no conozco a una sola persona que no conozca a alguien que haya fallecido derivado del SARS-CoV-2. Además, hay quienes perdimos a amigos muy queridos por otro tipo de complicaciones o situaciones (Descansa en paz “Comandante” Bermúdez).


Hay que hablar, sin embargo, de otras pérdidas no menos importantes, las de empleos, de inversiones, recursos y en otros casos, de ganas y fuerzas.


Afectaciones. Aprendimos términos como “burnout” (“agotamiento” en español, pero ya saben que siempre nos encanta usar anglicismos) y no únicamente los aprendimos, los vivimos, nos afectó y a algunos, nos sigue afectando y seguimos luchando día a día vs. una batalla igual de fundamental que aquella contra el COVID.19. Este agotamiento no es más que una cronificación del estrés laboral manifestado por un estado de agotamiento físico y/o mental prolongado que altera la personalidad y autoestima de la persona.


Tendencias. Algunas plataformas y canales como TikTok -entre otras-, supieron aprovechar el momento crucial vivido -literalmente- por todo el mundo y además catapultaron a los ahora famosos influencers, cuya vida productiva y útil para las marcas, algunos ponen en duda, otros señalan como corta, pero que sin duda dieron un giro importante a la industria de la mercadotecnia y la publicidad.


Algunas otras tendencias como softwares de administración de equipos, CRMs también crecieron, mientras que otros, como Darwi Experience, decidieron terminar de entender las necesidades de sus clientes para ofrecer soluciones a los problemas reales y no solo del momento, sino los que estaban por venir (algunos de los cuales ya he mencionado).


El E-Commerce y el Mkt Digital se volvieron indispensables para quienes no estaban en el mundo digital porque no creían o no se fiaban de su importancia. Para quienes ya lo tenían, se volvió su área de especialización y capitalización (aunque no todos aprovecharon el momento).


Aprendizajes. Conocimos mejor a desconocidos y se marcaron más o notamos más fácilmente los bloques en que nos dividimos como sociedad -a nivel mundial-.


Entendimos que en las empresas cada vez hay más generaciones colaborando codo a codo y que es nuestra responsabilidad hablarle a todas ellas (millennials, centennials, baby boomers, alpha, etc.), después de todo, si queremos tener una buena Comunicación Interna o Insideout Branding lo importante no es lo que la empresa dice, sino lo que el colaborador entiende.


Aprendimos, por ende, que el marketing y la comunicación es igualmente relevante hacia adentro que hacia afuera. Las mejores empresas empezaron a poner cada vez más empeño y recursos para trabajar en su Comunicación Interna, Endomarketing y a dotar a sus colaboradores de las herramientas necesarias no solo para crecer dentro de las organizaciones, sino sobre todo, para que pudieran tener plenitud en sus vidas.


Finalmente, creo que las empresas deben apoyar a que los colaboradores crezcan en la medida que estos ayudan al crecimiento de las empresas, ¿no?


¿Qué no aprendimos? Tristemente, en muchos casos, más de lo que sí. No aprendimos a tener planes de contingencia ante eventualidades. Aquellas empresas que los tenían, siguen vivas, muchas que no, por más grandes que fueran, quedaron en el camino.


No aprendimos que tenemos una capacidad natural de adaptación. Darwin ya nos decía que la supervivencia depende de la adaptación, sin embargo, hay quienes no veían o no ven el momento de que la pandemia acabe para regresar a las condiciones previas a esta, a trabajos obligados en oficina para todos los equipos, sin importar que el mismo trabajo se pueda hacer desde casa, desde otra ciudad o país, acompañados de nuestras mascotas, hijos, familia o en la comodidad de unos pants o pantuflas y en condiciones que -se ha comprobado- nos permiten entregar los mismos o hasta mejores resultados.


En los mejores casos, hay empresas que han disminuido en un 75% sus gastos derivados de rentas y gastos fijos ligados al mantenimiento de oficinas, por el simple hecho de trabajar en estas solo bajo un esquema de “necesidad real” y no de “obligatoriedad”.


No en todos los casos aprendimos a buscar y encontrar el “cómo sí”, a tener una visión que nos permita ver la oportunidad en medio de la tormenta y a aceptar lo que nos llega y a pesar de ello, hacer, encontrar y dar lo mejor de nosotros.


Recientemente participando de un evento de networking con distintos directores de RR. HH, Comunicación Interna, Capital Humano y demás, me encontré con que el dolor más común entre 106 empresas, es el “burnout” de su gente, el desgaste emocional de los mismos y, derivado de todo ello, la alta rotación de personal (y los costos que conlleva).


¿De qué nos sirve una NOM-035 cuando no sabemos cómo identificar los factores de riesgo ni cómo promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo?, o peor aún, no sabemos cómo trabajarlos, no hay presupuestos para tal efecto y/o en muchos casos, “los jefes” no creen en los resultados que las acciones implementadas por departamentos de Comunicación Interna o similares.


¿Qué sigue?


Nos falta aprender cómo seguir siendo humanos con otros humanos, a usar la tecnología en pro de esto y no para volvernos más robotizados nosotros. Nos falta conocer el mundo tal como es y no a través de una pantalla, que la mejor fotografía es la que podemos ver con nuestros ojos y que si nos lo proponemos, el mejor humano que podremos conocer, es el que tengamos la capacidad de ser.


Por último, para la mejora de climas laborales, Comunicación Interna, para trabajar ese “burnout” entre nuestras filas y poder tener equipos más motivados, les recomiendo le echen un vistazo a Darwi eX, una plataforma que ayuda a esto y que además, nos otorga data que respalda nuestras acciones, nos hace un poquito más fácil el camino y sobre todo, como lo decía, pone la tecnología al servicio de las necesidades humanas.


Escrito por: Luis Luna, Director Comercial de Birth Group


Comentarios, dudas y reclamaciones: equipoeditorial@birth.com.mx


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