top of page

Lo que ganar no te enseña, pero ser jurado sí.

Cada vez que me invitan a ser juez en certámenes como los Effie, el Círculo Creativo o los premios AMCO, lo veo como una oportunidad que vale oro. No por lo que dice de mi carrera, sino por lo que me da en lo personal y profesional. Estar del otro lado de la mesa, leyendo casos, viendo piezas, discutiendo ideas con colegas que respeto profundamente, es un ejercicio brutal de aprendizaje.


Porque al juzgar no solo evalúas, también te reencuentras con lo que te enamoró de esta industria. Te asomas a las ideas que están desafiando el status quo, que están resolviendo problemas reales con creatividad de alto calibre. Y lo más bonito es cuando te encuentras con esas campañas que, al verlas, piensas: "Carajo, ojalá se me hubiera ocurrido a mí".


Dedicar tiempo a eso es invertir en ti. Es actualizarte, inspirarte, cuestionarte. Es salir de tu burbuja de trabajo diario para ver qué está funcionando allá afuera, qué está marcando el paso y por qué. Ser jurado te obliga a refinar tu criterio, a aprender de los aciertos ajenos, pero también a detectar lo que podría estar mejor.


Y claro, hay algo de generosidad en eso. Porque juzgar bien también es un acto de respeto al trabajo de otros. Es darte el tiempo de leer bien, de entender el contexto, de buscar la intención detrás de cada decisión creativa o estratégica. No es fácil, pero siempre vale la pena.


Ser jurado te expande. Te conecta con lo que está pasando en el mundo real de las ideas. Y en una profesión que cambia todos los días, eso es gasolina pura.


Evaluar es también una forma de liderazgo silencioso. Es contribuir, sin reflectores, al estándar que queremos ver en la industria. Es alzar la vara con cada voto, con cada debate, con cada defensa apasionada de una idea que lo merece.


Así que sí, ser jurado es trabajo. Es tiempo. Es un desgaste mental. Pero también es inspiración, es comunidad, es propósito. Porque si aspiramos a dejar esta industria mejor de cómo la encontramos, este es uno de los caminos más poderosos para hacerlo.



Escrito por Ángel Sánchez, VP Creative de Birth Group

Comentarios, dudas o reclamaciones: equipoeditorial@birth.com.mx

 
 
 

Comments


bottom of page