De los objetivos a la sinergia: el reto del Employee Value Proposition

El término bienestar laboral tiene diversas definiciones; en una definición cercana y próxima, que agrupa los factores organizacionales para sus colaboradores, se define como “el estado de satisfacción, felicidad y pasión con el que las personas desarrollan sus actividades profesionales y que, a través de estas, obtienen un reconocimiento profesional”.

En un escenario ideal, desearía que esto fuera una posibilidad inmediata para millones de mexicanos que, todos los días, salen a “rompérsela”. Sin embargo, la realidad es muy dura y devastadora. 

En un estudio realizado por la firma tecnológica de beneficios corporativos wellness TotalPass, reportó este año los siguientes datos: el 80% de las empresas estudiadas no cuida el bienestar de los colaboradores; el 52% de los colaboradores había laborado aún con problemas emocionales; el 47% de los colaboradores aseguró haber desarrollado enfermedades crónicas como ansiedad, gastritis e hipertensión.

EL BIENESTAR POR ENCIMA DE LOS NÚMEROS

“Utópica” es la forma en que muchos directivos desarrollan sus objetivos y su forma de trabajo para lograr la rentabilidad de sus empresas. No hay tiempo para detenerse a pensar en la estabilidad emocional e integridad del personal, porque ese tiempo “perdido” no genera ganancias. Y entonces el problema se vuelve crónico, silencioso y molesto para quienes callan y solo obedecen. 

Y no es por falta de valor para renunciar a un trabajo; lamentablemente, este escenario se repite en miles de empresas de cualquier industria o sector.  En este tipo de organizaciones, el factor “humano” está regido por pensamientos obsoletos para el bienestar, donde el liderazgo es incuestionable y existe un nulo desarrollo y aplicación del Employee Value Proposition. 

Sin embargo, hay una tendencia creciente hacia el bienestar de los colaboradores en las organizaciones. Esta hermosa corriente de liderazgo desarrollada, sobre todo, por medianas empresas, poco a poco ha ganado terreno, dándole una gran importancia a la persona, a sus emociones y a su desarrollo integral en las organizaciones. 

Este nuevo liderazgo ha impactado de sobremanera en el desempeño del colaborador, que, además de ser un profesional, vive, sufre, se esfuerza, padece y anhela como cualquier otro ser humano. 

LOS RETOS DEL EVP (Employee Value Proposition)

Las empresas, tanto viejas como nuevas, viven tiempos de cambio en su filosofía organizacional, pues el tema del bienestar laboral está en el centro de atención de organismos de salud. Las empresas buscan, gradualmente, disminuir los padecimientos físicos y psicoemocionales que viven los colaboradores en sus centros de trabajo.  

Por su parte, los profesionistas recién iniciados buscan afanosamente cinco características de las buenas empresas: (1) remuneración justa, (2) buen clima laboral, (3) desarrollo profesional, (4) prestaciones y (5) una sólida cultura laboral. 

Querido empresario: no lo dude, el EVP no es solo una tendencia laboral, es lo que su personal está anhelando para sentirse plenos, felices y comprometidos con su organización.

Oscar Meléndez

Escrito por el Dr. Oscar Meléndez Zárate

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